Cómo está Chano ?» La pregunta del taxista, ni bien emprendemos el regreso tras poco más de hora y media de show, es la misma que flotaba en los alrededores del Luna Park antes de la velada. Es que en los tiempos que le siguieron a la separación deTan Biónica , su cantante y letrista fue noticia más por sus accidentes que por su música. Con el tiempo empezó a soltar nuevas canciones, las primeras solistas -«Carnavalintro», «Naistumichiu»-, pero los shows en directo se hacían desear.
Luego de una presentación gratuita en Mar del Plata, en enero, el Luna Park aparecía en el horizonte como la primera parada fuerte del Chano solista. Y ahora, tras 21 canciones, una gran puesta en escena y la felicidad del «piberío biónico» que se reencontró con su ídolo, hay que decir que se trata de una prueba superada. Chano está bien, señor taxista y mejor aún cuando sube a un escenario.
Concentrado, enfocado en seguir el plan trazado, el frontman salió a escena luego de que «Formidable» -la canción del belga Stromae- funcionara como introducción. Lo antecedieron sus seis músicos, todos vestidos enteramente de rojo y los primeros acordes de «Hola mi vida». Estaba claro que los hits de Tan Biónica iban a poblar en gran número la lista de canciones, ya que aún son pocos los temas del período solista que estrenó en streaming, pero supo cómo diseminarlos, cómo hacer que funcionaran en momentos claves del show -como el inicio y el cierre-. Aún así, sus primeros hits como solista, «Carnavalintro» y «Naistumichiu»- fueron recibidos por el público con el mismo entusiasmo y celebración que las canciones «viejas».
Una enorme pantalla horizontal y curva devolvía imágenes de animales salvajes, colores, nombres, sensaciones. Cada tanto, grandes llamaradas se desprendían del borde del escenario. Papel picado metalizado, un escenario en dos niveles para generar situaciones y climas en cada uno de los sectores y hasta pasajes levemente guionados. Como cuando volvió a escena tras un descanso con una margarita en la mano, para deshojarla mientras cantaba «Claramente» y dirigía su mirada, su canto y su amor -imposible- hacia la supuesta Clara que, ubicada en el pullman, recibía un haz de luz y toda la atención del enamorado. No se privó de nada Chano en su regreso al Luna, el lugar que terminó de consagrar a Tan Biónica y le abrió definitivamente las puertas de América Latina.