La confidencialidad abarca datos sobre localización final, permisos ambientales, infraestructura y construcción de la futura planta e información sobre producción autorizada
De acuerdo a lo que se supo en las últimas horas, el Gobierno de Tabaré Vázquez definió que todos los documentos relativos a la negociación entre el Estado y la multinacional finlandesa UPM sobre la instalación de una nueva planta de pasta de celulosa en Uruguay son estrictamente «confidenciales». Bajo esa categoría también están comprendidos todos los datos relacionados a la localización final de la pastera, los permisos ambientales, infraestructura de la zona franca, instalaciones a construir e información vinculada a los puestos de trabajo que se generarán primero durante la construcción y luego durante su pleno funcionamiento. Asimismo, el secreto incluye a los datos sobre incremento de PIB que generaría la futura pastera de UPM en el lugar donde estará emplazada.
Así lo anunciaron las autoridades del Poder Ejecutivo uruguayo en una respuesta oficial a un pedido de informes que efectuó el Centro de Accesos y Archivo a la Información Pública (CAINFO) para conocer detalles del futuro emprendimiento de los finlandeses.
Llama poderosamente la atención que se declare secreta toda la información relacionada a la futura localización de segunda pastera de UPM en Uruguay, cuando días atrás, la empresa unilateralmente había difundido que se le había aprobado la instalación en Pueblo Centenario (Departamento Durazno). La Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA) no ha confirmado esa versión y mucho menos publicó ninguna resolución al respecto, algo a lo que está obligada por ley.
CAINFO, entre otras cuestiones, había solicitado al Gobierno uruguayo que explicara en base a qué argumentos certeros, en el punto 2.3.3 del contrato firmado por el Estado Uruguayo con UPM se afirma que el proyecto de UPM «incrementaría en forma permanente el PIB en dos puntos porcentuales y generaría nuevas exportaciones agroindustriales en el entorno de los US$ 1.000 millones anuales, con una recaudación de tributos aproximada de US$ 120 millones».
El Ministerio de Economía uruguayo respondió con una figura tautológica o retórica, que consiste en repetir un pensamiento expresándolo con las mismas o similares palabras: «como el contrato dice que la planta producirá dos millones de toneladas, entonces exportará US$ 1.000 millones. Entonces, US$ 1.000 millones equivalen a dos puntos del producto».
CAINFO consideró difícil de comprender por qué la cartera económica uruguaya pueda explicar datos relacionados a las exportaciones y el crecimiento de UPM a escala global, pero no puede hacerlo, y declara confidencial un estudio que lo fundamenta a nivel local, el incremento en la recaudación de tributos, los empleos transitorios y permanentes que generará y el crecimiento del producto en el lugar donde finalmente se ubique la nueva pastera.
Según CAINFO, «esta opacidad puede generar dudas legítimas en la ciudadanía», en el sentido de quién realizó el estudio, si estuvo a cargo de una consultora privada y si fue pagado por UPM o por el Estado uruguayo. También si fue realizado por técnicos pagados por el Estado, si hubo otro realizado por la empresa y si se utilizaron los datos de uno solo de ellos. «Creemos que estas preguntas deben ser contestadas por el Estado y, además, deben ser documentados por el o los estudios realizados para la negociación», sostuvo el Centro de Acceso a la Información Pública uruguayo.