El intendente Sergio Varisco será indagado como partícipe de una banda comandada por un histórico puntero de la ciudad. Una libreta complica al jefe comunal y a otros funcionarios, dice Mariano Gaik Aldrovandi para diario Clarín.»Tavi» hizo campaña para Varisco, un hombre del radicalismo que construyó una alianza con el PRO, y le aseguró el gran caudal de votos que representa la zona oeste de la ciudad. Los investigadores sospechan que el acuerdo político entre el intendente y el puntero consistió en el otorgamiento de «40 contratos» para la gente de Celis.
Varisco ganó las elecciones y los allegados a «Tavi» comenzaron a ocupar puestos clave. Por ejemplo, el de la dirección de la Unidad Municipal N° 2, el equivalente a una comuna porteña.
Ese cargo lo ocupó Miguel Carmelo Leguizamón (56), «padre de crianza» de Celis. Leguizamón ahora está procesado por usar su auto particular y los camiones de recolección municipales para transportar droga. Aquel escándalo estalló luego del hallazgo de una «narcoavioneta» con 317 kilos de marihuana en Colonia Avellaneda, en las afueras de Paraná.
En plena campaña, alguien cercano a Varisco le había advertido que tuviera cuidado con quien se sacaba fotos. Hace un año Varisco fue citado a declarar como testigo en la causa que investigaba a «Tavi» como líder de una banda que traía marihuana desde Paraguay y la distribuía en Paraná y otras ciudades cercanas en los camiones de basura.
Sobre los camiones para repartir droga
Lo que el juez federal Leandro Ríos quería saber era si el intendente y sus funcionarios estaban al tanto de que se usaban los vehículos comunales para repartir droga. Eso surgía de las escuchas telefónicas realizadas a los imputados, entre los que hay seis empleados municipales. «Creamos un área de seguridad en el Municipio donde designé a (Ricardo) Frank porque me parece intachable. Me dijo en su momento que Celis no tenía causas abiertas», declaró Varisco en esa oportunidad.
También fueron citados el concejal Pablo Hernández y la subsecretaria de Seguridad Griselda Bordeira, que a la vez es oficial de Policía de Entre Ríos. Hoy, ambos están imputados junto al intendente por una presunta participación en la comercialización de cocaína, en una segunda causa penal que tiene como protagonista central a «Tavi» Celis.
El cuaderno que encontró la Federal
Todo se disparó a partir de un cuaderno con anotaciones que la Policía Federal encontró en un allanamiento a la casa de Luciana Lemos, la pareja de Celis. Los investigadores habían ido allí en busca de un cargamento de cocaína. Tenían el dato de que semanalmente llegaban a Paraná entre 10 y 12 kilos de la droga que le compraban a un narco peruano y que traía un pasajero desde la villa 1-11-14, en el Bajo Flores porteño.
Cuando llegó la Policía, quedaban 3,5 kilos. Pero la sorpresa fue una libreta. Allí aparecen varios apellidos acompañados por enigmáticas ecuaciones. Uno de ellos es el del intendente, que figura en segundo lugar. Lo que dice el cuaderno es “Varisco N=2×160=320-250=70 SALDO”, según pudo saber Clarín.
Cerca del jefe comunal dicen que la anotación está relacionada con una deuda que Celis le reclamaba por su apoyo en la campaña de 2015. O con el pago de sumas de dinero por extorsiones que hacía Celis desde la cárcel.
El año pasado ya hubo un escándalo por dos audios filtrados en los que «Tavi» le reclama al concejal Hernández una promesa de contratos incumplida. «Vos me lo trajiste a mi casa (en referencia a Varisco) y el loco no me está cumpliendo con nada, tengo 25 vagos todavía… acordamos por 40 y tengo 25 vagos todavía esperando, boludo…”, le dice el puntero al concejal. “Herramientas para defenderme, Pablo, de acá a la China, tengo grabaciones, tengo filmaciones, sabés la cantidad de material…”, agrega.
Más allá de las explicaciones ensayadas desde la Comuna, en el expediente vinculan las anotaciones a la «compra venta de estupefacientes». En el cuaderno aparecen más nombres. El primero es Bordeira. Para los investigadores se trata de la subsecretaria de Seguridad Griselda Bordeira, también imputada en la causa. Al lado de su apellido dice “X= 2X160=320-200=120-60= 60 DEVUELVE 775”. El tercero en la lista es Hernández, que sería el concejal Pablo Hernández (Cambiemos). Seguido, está otra vez la misteriosa fórmula alfanumérica: “D=1×165 PAGADO”.
Con esa prueba, una semana después, el juez Ríos mandó a allanar la casa de Varisco, la Municipalidad y el Concejo Deliberante. Buscaba droga, balanzas, notebooks, celulares y filmaciones de las cámaras de seguridad. Según dijo una fuente del caso a Clarín, lo encontrado en esos operativos fue clave para determinar la imputación de Varisco, el concejal Hernández y la subsecretaria Bordeira.