Está vigilado por «Los Lobos», un grupo especial de seguridad del Servicio Penitenciario. Aún no se definió su lugar de detención, que será secreto.
Por primera vez después de dos años José López, el ex secretario de Obras Públicas del gobierno de Cristina Kirchner, no pasó la noche en el pabellón 6 del penal de Ezeiza donde se encontraba detenido desde 2016 por enriquecimiento ilícito.
Se convirtió en el primer ex funcionario de primera línea que pidió ser imputado colaborador en la causa de los cuadernos de la corrupción. Pero, además, integra al programa de testigos e imputados protegidos del Ministerio de Justicia.
A partir de ahora, José López contará con un domicilio oficial que depende del Ministerio de Justicia en el marco de este programa y que, por medidas de seguridad, se mantendrá bajo absoluta reserva. Anoche, por primera vez, pasó la noche con el grupo de seguridad conocido como Los Lobos, quienes se hicieron cargo de su custodia, luego de ser traslado desde los Tribunales de Comodoro Py, según confirmaron a Clarín fuentes oficiales.
Los Lobos son parte del Servicio Penitenciario Federal y del Grupo Especial de Intervención (GEI), que se prepara específicamente para este tipo de tareas. Será este grupo de tareas especiales el que a partir de ahora se hará cargo de la custodia permanente de López, según informaron las fuentes oficiales.
Aún el programa a cargo del Ministerio de Justicia que dirige Germán Garavano no definió cuál será el lugar de alojamiento permanente de López. Pero lo que sí es seguro es que ya no regresará al pabellón donde se encontraba detenido con otros presos de casos de corrupción, como Amado Boudou, José María Núñez Carmona, Cristóbal López y Fabián de Sousa, entre otros. Además, en el Penal de Ezeiza donde López había quedado alojado desde el 14 de junio de 2016, también se encuentran los ex funcionarios presos en esta causa conocida como los cuadernos de las coimas.
Hace una semana durante la audiencia del juicio oral por enriquecimiento ilícito que enfrenta el ex funcionario K, por los bolsos que intentó ocultar en el convento de General Rodríguez con más de US$ 9 millones, habló de su temor por la integridad y seguridad de todo su núcleo familiar.
Ahora, como imputado colaborador en este nuevo expediente -tras el acuerdo que firmó con el fiscal Carlos Stornelli y que debe ser un homologado por el juez Claudio Bonadio-, se le ofreció a la familia de López que también ingresé al programa de testigos e imputados protegidos. Sin embargo, según informaron a Clarín, la familia decidió no ser parte del mismo. De todos modos, el Ministerio de Seguridad tomará medidas para mantenerlos a resguardo.
“Fue una de las confesiones más importantes de la causa”, remarcó a Clarín una fuente judicial al referirse a la declaración de López. El ex funcionario está imputado como partícipe necesario de la asociación ilícita que «comandaron Néstor y Cristina Kirchner» y que tuvo por objetivo «recaudar fondos ilegales» de las empresas contratistas del Estado.
En una indagatoria de más de tres horas, y según pudo reconstruir Clarín, el ex referente de la obra pública K, contó cómo se distribuían las obras entre las empresas cartelizadas y apuntó «hacia arriba», en alusión a Julio De Vido y al matrimonio Kirchner como principales autoridades del Ejecutivo Nacional. No faltaron detalles sobre los porcentajes que se aplicaban para las coimas que las empresas pagaban. “Brindó mucha información a la altura de lo que aportó Carlos Wagner”, indicaron fuentes de la causa.
Fue justamente el ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción quien al convertirse en “arrepentido” desnudó un “sistema de cartelización de la obra pública” instaurado por De Vido.
¿Cómo funcionaba? Las empresas se ponían de acuerdo en cómo ofertar ante una licitación y allí decidían quién ganaba. Después, la firma adjudicataria acordaba con los ex funcionarios de Planificación Federal “cómo se pagaba” del 10% al 20% de adelantos financieros, que volvían casi completos a los funcionarios en modo coima. Este “sistema funcionaba sin importar quién ganara”, indicó Wagner. López no pudo negar el funcionamiento de esta maquinaria que alcanzaba a las obras de ingeniería civil y a las que se volcó un presupuesto multimillonario durante el gobierno kirchnerista.