Cristina Kirchner: «No me arrepiento de nada de lo que hice»

En su mensaje, que se extendió por unos 20 minutos, Cristina Kirchner denunció que hay en la Argentina una «utilización del Poder Judicial como un instrumento de persecución y proscripción de dirigentes populares». Lo comparó con lo ocurrido con Lula Da Silva en Brasil.

La senadora del Frente Para la Victoria Cristina Kirchner afirmó hoy que no se «arrepiente de nada» de lo que hizo en su gestión y señaló que «si algo faltaba para consagrar el uso del Poder Judicial para la persecución política era esta causa», en referencia a la investigación sobre los cuadernos con detalles del presunto pago de coimas en la obra pública durante su gestión.

«Si creen que con los Bonadios me van a hacer arrepentir… ¡No! ¡No me arrepiento de nada de lo que hice! De lo que me arrepiento es de no haber sido lo suficientemente inteligente o amplia para poder persuadir de que lo que estábamos haciendo había mejorado la situación de muchísimos argentinos y la posición del país», señaló la ex presidenta al tomar la palabra en la sesión del Senado que debatía la autorización a la Justicia para que allane sus propiedades.

En su mensaje, que se extendió por unos 20 minutos, Cristina Kirchner denunció que hay en la Argentina una «utilización del Poder Judicial como un instrumento de persecución y proscripción de dirigentes populares» y lo comparó con lo ocurrido en Brasil con la detención del ex jefe de Estado Luiz Inacio Lula Da Silva.

Seguidamente le apuntó al Bloque Justicialista de Miguel Pichetto y afirmó: «Estas cosas no le pasan a cualquiera. Si los cualquiera votan lo que quiere el poder de turno, les votan reforma previsional, no les pasa. Estas persecuciones les pasan a los que creemos en algo y defendemos ese algo. Y yo creo en la redistribución del ingreso, en el empoderamiento de los derechos, en las universidades públicas y en el desendeudamiento».

Dirigiéndose al rionegrino, quien fuera su jefe de bloque, agregó: «Pichetto hablaba de deterioro de la política. Se olvidó un detalle, que el que puede ser Presidente se llama Ignacio Lula Da Silva y no puede ser porque lo metieron preso. ¿Le suena senador?».

La ex mandataria se refirió además al avance de la causa que lleva adelante el juez federal Claudio Bonadio, puso en duda que los empresarios que se acogen al régimen del «arrepentido» estén diciendo la verdad en los tribunaales de Comodoro Py y volvió a reclamar «una auditoría global de la obra pública» durante su gestión, «no como hizo (Javier) Iguacel, únicamente de vialidad y únicamente en Santa Cruz».

«Estamos conviviendo a diario con titulares donde se nos dice que el fiscal (Carlos) Stornelli, el juez (Claudio) Bonadio van a amenazar meter presos» a empresarios, sostuvo la ex presidenta y agregó: «¿Realmente creen que los que están hablando como arrepentidos están diciendo la verdad? ¿Que la patria contratista y la cartelización de la obra pública empezó el 25 de mayo de 2003?».

«Gobierna Mauricio Macri, el hijo de Franco, el primo de Ángelo Calcaterra, el hermano del alma de Nicky Caputo», señaló la ex mandataria para relacionar al Presidente con contratistas de la obra pública.

Incluso, tras cuestionar las maniobras con dólar futuro, sostuvo: «No voy a entrar en las Lebacs, en los Botes, en la entrega delictiva de reservas que hicieron. Es un escándalo y ustedes lo saben. ¡Y los procesados somos nosotros y los que luchan contra la corrupción son ustedes! Pero por favor, ¿nos tomaron a todos de estúpidos?».

Acto seguido, Cristina Kirchner remarcó que «la gran virtud» de su gobierno fue «desendeudar al país», de manera que Cambiemos pudo «contraer una deuda superior en dos años y medio a la que contrajo la dictadura militar en todo su gobierno» y se preguntó: «¿Donde están los más de 100 mil millones de dólares que recibimos de préstamo?».

 

«Manipulación descarada, humillante y grosera». Respecto al pedido de allanamiento a sus propiedades, la ex jefa de Estado denunció que «hay una manipulación descarada, humillante y grosera, de hostigamiento permanente» hacia su persona, e insistió: «Si creen que con esto van a hacer que cambie mis ideas o que vote lo que ustedes quieren o que me calle la boca…, no».

«Esta es la primera vez que se va a allanar la vivienda de un senador. En 2001, con motivo del escándalo de corrupción institucional más formidable del que se tenga memoria, ni siquiera en esa oportunidad se allanó la vivienda de ningún senador. Lo que se hizo fue simplemente la inspección al despacho de un senador», cuestionó.
Y completó: «Es lícito que haya gente que piense mal, que no me quiera. Lo que no es lícito es que quiera hacerse aparecer como que estamos ante un sistema justo, transparente y con jueces imparciales».

En otro pasaje de su discurso, Cristina Kirchner le apuntó a la vicepresidenta Gabriela Michetti, al recordar que guardaba sobres con dinero en su placard «y nadie allanó su casa», mientras que también se refirió al escándalo por los aportantes falsos a la última campaña electoral de Cambiemos en Buenos Aires.

«En este país los empresarios le aportan a los populistas y los que cobran la AUH le aportan a ustedes. Hay dos mil ciudadanos argentinos de carne y hueso, algunos miembros de la alianza Cambiemos, que dicen que no hicieron aportes. Entonces, pregunto: ¿De dónde salieron los fondos para la campaña?», planteó.