¿Quién es el arrepentido Losi? ¿Hablará de las planillas de la Cámara de la Construcción de Entre Ríos?

La onda expansiva del terremoto de los cuadernos de Centeno se sintió este miércoles con máxima intensidad en tierras entrerrianas, luego de que uno de los grandes de la obra pública, Luis Losi, resolviera acogerse a la figura legal del «arrepentido».

Losi, al igual que Miguel Marizza (Cavalli SA) y Szczech & Szczech, ha liderado la obra pública en Entre Ríos en las últimas décadas. Su nombre aparece en infinidad de obras, desde las más relevantes, como algún tramo de la Autovía Artigas, hasta el asfaltado de calles en multitud de localidades a lo largo y ancho de la provincia.

Luis Losi tiene por gerente al esposo de una de sus hijas, un hombre llamado Carlos y de apellido muy conocido: Galuccio. Resulta relativamente fácil a través de este apellido encontrar los lazos de Losi con el exgobernador Sergio Daniel Urribarri.

Uno de los momentos en que Urribarri se sintió más poderoso fue cuando sugirió al oído de Cristina Fernández de Kirchner al entrerriano Miguel Galuccio para conducir a la YPF reestatizada. Aunque no es una historia oficial, se dice que el exgobernador sacó ese as de la manga por recomendación de Carlos Galuccio, el gerente de la constructora Losi, con quien tenía trato harto frecuente.

El posicionamiento de Carlos Galuccio no se limitó a la gerencia de Losi. También llegó a presidir la Unión Industrial de Entre Ríos.

Al igual que el modus operandi del resto de las constructoras, Losi y su mano derecha Galuccio no sólo han cultivado lazos con los K y los Urribarri. También con intendentes pasados y presentes de todos los partidos políticos y seguramente también con los actuales gobiernos nacional y provincial.

Sin ir más lejos, hace pocos meses una licitación le adjudicó la reparación del acceso a la localidad de Puerto Yeruá, siendo que fue también Losi quien construyó originariamente esa obra años atrás. Ese asfalto al poco tiempo se llenó de pozos. Están los que culpan por las roturas a los pesados camiones y los que sugieren que la obra no fue bien construida, e incluso hasta hay una denuncia en la Justicia para que se investigue qué pasó.

Losi también es un apellido relevante para Colón, puesto que hasta hace apenas unos meses fue el dueño del más grande hotel de la localidad, el emblemático Quirinale, vendido al Sindicato de Luz y Fuerza.

¿Qué le dirá Losi al Juez Bonadío? ¿Qué dirá sobre la obra pública en Entre Ríos? ¿Avanzará en detalles de lo que ya denunciara antes de morir su colega Pietroboni?

Siempre off the record y sin ofrecer ninguna prueba, empresarios pequeños de la construcción en Entre Ríos han mencionado en más de una ocasión la existencia -no de cuadernos pero sí- de planillas elaboradas en excel que aparecían en las reuniones de la Cámara de la Construcción en Paraná, donde estaba el detalle de lo que a cada empresa le correspondía «aportar».

La cadena -dicen- tenía otros eslabones menores. Por ejemplo, a un «constructor» de Concordia ya fallecido se le atribuye la tarea de recaudar los pagos, se supone que para entregarlos en Paraná y que de allí «subieran» al ámbito nacional.

Pero todo ello nunca encontró confirmación ni respaldo documental. ¿Cambiará algo el «arrepentimiento» de Losi? Está por verse.

Fuente: El Entre Ríos