El domingo se inaugura el monumento a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo

La Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Concepción del Uruguay inaugurará este domingo 16 de septiembre el Monumento a en Homenaje a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, ubicada en la plazoleta de los Derechos Humanos, en Bv. Yrigoyen entre Reibel y Maipú.

El acto se desarrollará el domingo 16 de septiembre a la hora 11, con la presencia de Blanca Díaz de Garnier, abuela de la nieta recuperada Adriana Garnier Ortolani, quien también estará presente; Verónica López, hija del desaparecido uruguayense Carlos López; y Taty Almeida una de las Madres de Plaza de Mayo, de la Línea Fundadora.

Sin dudas estas cuatro presencias serán de relevancia para la ciudad y cargarán de emotividad este acto que se desarrolla un 16 de septiembre, recordando la tristemente célebre “Noche de los Lápices”.

Lidia Estela Mercedes Miy Uranga de Almeyda, más conocida como Taty Almeida tiene 88 años, docente de alma, su militancia por los derechos humanos comenzó a partir del secuestro y desaparición de su hijo Alejandro Almeida, de 20 años el 17 de junio de 1975, por la organización paramilitar de derecha Triple A.

Taty Almeida es una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo, movimiento que es reconocido mundialmente por su lucha contra las injusticias de un gobierno genocida, y también de lucha contra el olvido y los gobiernos que lo promovieron, y a favor de la verdad y la justicia, con la paz como bandera.

 

El monumento

El Monumento a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo fue recientemente erigido en la plazoleta de los Derechos Humanos, culminando así su puesta en valor. La instalación de una escultura en hierro, encargada por el Municipio al artista uruguayense Mario Morasán, como parte de otros trabajos realizados para darle identidad a un lugar que concentra los homenajes y recuerdos de las víctimas del terrorismo de Estado de nuestra ciudad.

 

Noche de los Lápices

Se conoce como la Noche de los Lápices​ a una serie de secuestros y asesinatos de estudiantes de secundaria, ocurridos durante la noche del 16 de septiembre de 1976 y días posteriores, en la ciudad de La Plata. Este suceso fue uno de los más conocidos entre los actos de represión cometidos por la última dictadura cívico-militar argentina, ya que los desaparecidos eran estudiantes, en su mayoría adolescentes menores de 18 años, que fueron torturados antes de ser asesinados.

El caso tomó notoriedad pública en 1985, luego del testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, en el Juicio a las Juntas. Además Díaz participó de la creación del guion que llevó la historia al cine días antes de cumplirse una década de lo ocurrido, en el filme homónimo. Cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura.