Volvieron a pedir por la casa propia para UADER, mientras los estudiantes siguen sentándose en el piso: ¿Qué había prometido Urribarri?

Este jueves, bajo la lluvia, los estudiantes de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) se movilizaron desde la sede del Decanato de Humanidades, en la Escuela Normal “José María Torres”, hasta Casa de Gobierno con un reclamo urgente: contar con edificio propio.

Los cánticos de los estudiantes tomaron como principal blanco de sus críticas al rector de la Uader, Aníbal Sattler. “La movilización fue convocada por estudiantes independientes que tienen que ir de una sede a otra. De la Escuela Normal, donde se dicta una materia, al Colegio Nacional, donde se dicta otra. Es así todo el tiempo. Ir de un lado a otro. A eso, se suma el hecho de que no tenemos sillas ni bancos. En algunas sedes, como el Colegio Nacional, los estudiantes llegan media hora antes a clase para poder encontrar silla para sentarse”, cuenta Violeta González, estudiante de Psicología.

En el piso

La movilización de este jueves por el edificio propio no sólo debió batallar contra las adversas condiciones climáticas, sino también contra una decisión del consejo directivo de la Facultad de Humanidades que rechazó la petición estudiantil respecto a que no le pusieran falta a aquellos que se movilizaran.

En ese escenario, las estudiantes explican que el diálogo con el rector Aníbal Sattler y con la decana de Humanidades, María Gracia Benedetti, está cortado. “Nos respondieron al reclamo que la Universidad había comprado ya 100 sillas de plástico. ¿Qué hacemos con 100 sillas de plástico? ¿Cuál es la solución?”, se pregunta Giuliana Ragone. “La gestión no juega a favor de los estudiantes”, acota Violeta González.

Por ahora, una buena parte de la matrícula de Uader seguirá sentándose en el piso porque las 100 sillas no llegarán a todos.

La licitación prometida que no llegó

El miércoles 7 de septiembre de 2011, el Gobierno provincial anunció la firma de una resolución entre el entonces gobernador Sergio Urribarri y quien ejercía el cargo de ministro de Defensa de la Nación, Arturo Puricelli, mediante la cual el Estado procedió a la adquisición de un predio del Ejército para construir el campus universitario de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader). “En los próximos 60 días se llamará a licitación para ejecutar la primera etapa, por más de 20 millones de pesos”, dijo Urribarri entonces.

Después, Urribarri tomó el micrófono y prometió: “Este día es un hito en la historia de la Uader porque a partir de hoy deja de ser una universidad nómade para tener su propio terreno y posteriormente su edificio. Hoy es el día en que la Universidad de Entre Ríos empieza a tener anclaje físico propio y aquello que fue una idea peregrina adquiere una columna que la va a sostener en el tiempo”.

Nómades

Casi ocho años después, el carácter nómade de la Uader no sólo que permanece sino que se ha agudizado. Una carrera, Psicología, que se dicta en la Facultad de Humanidades, tiene cinco sedes distintas a las que deben trasladarse los estudiantes.

No sólo eso: persiste en varias sedes graves problemas de infraestructura y de mobiliario. El principal, la escasez de bancos. La imagen se ha tornado corriente: estudiantes de Psicología que oyen una clase superpoblada en el Salón de la Memoria del Colegio Domingo Faustino Sarmiento. Algunos adentro del aula; otros, menos afortunados, en el pasillo, en la puerta, afuera.

Giuliana Ragone, enrolada en la agrupación estudiantil Indignados de la Nueva Izquierda, dice: “Lo de ir a clases y no tener banco es algo que sigue pasando. Seguimos cursando en el piso. No tenemos condiciones mínimas para una buena pedagogía. Cuestiones elementales, como acceder a un comedor con precios bajos, a una biblioteca que tenga wi fi, o a computadoras para dictar clases como informática, es a lo que nos enfrentamos todos los días”.

Fuente: Entre Ríos Ahora.