Rogelio Frigerio va por una victoria en Entre Ríos con serias chances frente a un oficialismo devaluado. Bordet y Fernández están midiendo mal y encima en septiembre va a juicio oral Uribarri por una megacausa de corrupción, escenario ideal para el candidato opositor.
El lento y metódico desembarco de Rogelio Frigerio como candidato a diputado por Juntos por el Cambio en Entre Ríos ha comenzado a generar preocupación en el oficialismo provincial y también en la Casa Rosada. La figura del ex ministro del Interior resulta peligrosa para el Frente de Todos en términos electorales. Creen que si se impone en las legislativas de medio término va a quedar muy bien posicionado para la competencia a gobernador en 2023. Y encima el ex gobernador Sergio Uribarri le puede dar una mano porque va a juicio oral por corrupción en plena campaña.
Fuentes del peronismo entrerriano reconocen que el escenario local luce muy complicado para el oficialismo. La imagen del presidente Alberto Fernández y el gobernador Gustavo Bordet han caído muy fuerte en un distrito donde pesa mucho el humor social del campo. En 2019 Bordet arrasó en los comicios locales, Alberto se impuso en las PASO presidenciales, pero Mauricio Macri dio vuelta el escenario y se impuso en octubre en ese distrito. Juntos por el Cambio también ganó las elecciones legislativas en 2017. “No la tenemos nada fácil”, dicen en el Frente de Todos y admiten que la figura de Frigerio es una novedad política que está sacudiendo el tablero provincial.
Su perfil moderado le permite ampliar la base electoral e ir en busca del voto peronista que no comulga con el kirchnerismo. Incluso, desde el PJ dicen que el ex funcionario macrista es más competitivo que el histórico dirigente radical Atilio Benedetti. “Para el votante justicialista no K es más fácil votar a Frigerio que a un dirigente de la UCR”. La estrategia del nieto del fundador del MID apunta a no pintarse de amarillo para poder ampliar la coalición local. Sabe que si gana no sólo se perfila con serias chances para ser gobernador en el 23, sino que además pasa a ocupar un espacio relevante dentro del PRO.
En la Casa Rosada miran con preocupación a Entre Ríos por la candidatura de Frigerio y a la vez se encendieron las luces rojas porque el ex gobernador y actual embajador argentino en Israel, Sergio Uribarri, tendrá que enfrentar un juicio oral a partir del 16 de septiembre por tres causas de corrupción durante su administración. La mega causa del Sueño Entrerriano incluye tres expedientes: la investigación por la instalación de un parador playero en Mar del Plata, que le costó a la provincia 14 millones de pesos de entonces; la contratación de la productora del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez, Nelly Entertainment SA, para difundir tres spots de promoción de la Cumbre de presidentes del Mercosur, que se realizó en Paraná en 2014, por un monto de 27 millones de pesos; y la contratación con distintos medios gráficos de la publicación de una solicitada contra los fondos buitres que le supuso a las arcas del Estado entrerriano el gasto de casi cuatro millones de pesos.
La tesis de la Fiscalía es que dichos fondos públicos se utilizaron para financiar la fallida campaña presidencial de Urribarri, cuyo lema distintivo fue el “Sueño Entrerriano”. El ex gobernador corre serios riesgos de ser condenado y generar un escándalo con ribetes internacionales. Por eso en el entorno de Fernández analizan la conveniencia de pedirle la renuncia a la Embajada en Israel. De todas formas, descuentan que su presencia en los Tribunales tendrá efecto electoral ya que el juicio se va a desarrollar en plena campaña electoral. Otra buena noticia para Frigerio.