La Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) informó este lunes que las jubilaciones, pensiones y asignaciones aumentarán el 12,12 por ciento desde junio. La Remuneración Imponible Promedio del Trabajado Estable (Ripte) subió 13,7 por ciento y los recursos por beneficiario de la Anses 10,6 por ciento, frente al 13 por ciento de la inflación, indicaron.
La fórmula oficial ajusta trimestralmente las jubilaciones a través de una fórmula que promedia por un lado la variación en el período previo de Ripte o del Índice de Salarios que elabora el Indec (el que resulte un número mayor) y la de la recaudación previsional por beneficio a pagar, datos que surgen de la Anses.
De esta manera, con los valores actuales y el incremento oficializado por Anses, la jubilación mínima pasará a $23.064 y la Asignación Universal por Hijo comenzará a ser $4.504 por beneficiario. Este aumento también impacta en otras Asignaciones Familiares, como la de embarazo, prenatal, nacimiento, adopción y matrimonio.
El aumento que determinará el Gobierno nacional para las jubilaciones desde el mes próximo alcanzará a 5,3 millones de jubilados, 3,1 millones de pensionados y a otras 13,5 millones de personas que viven en hogares que son alcanzados por la Asignación Universal por Hijo, que también se verá modificada a partir del reajuste de los haberes.
La directora ejecutiva de Anses, Fernanda Raverta, aseguró al dar a conocer la cifra de reajuste de haberes que “esta fórmula comienza a dar sus frutos. El aumento de 12,12 por ciento permitirá que en el segundo trimestre del 2021 la totalidad de las prestaciones se vean incrementadas por encima de la inflación del período”, afirmó en referencia a la suba de precios esperada.
Según el organismo previsional, “tanto el aumento del primer trimestre del 8,07 por ciento como el actual del 12,12 por ciento se encuentran por encima de los aumentos que hubiese otorgado la reemplazada ley del gobierno anterior (7,18 por ciento y 10,33 por ciento, respectivamente)”, apuntaron.
Un estudio de Ieral planteó dos escenarios posibles para medir cuál será la evolución de las jubilaciones a lo largo de este año. En caso de que el PBI crezca 7 por ciento, la inflación ronde el 40 por ciento, los salarios aumenten 40 por ciento, la recaudación, 49 por ciento y el empleo, 3,5 por ciento, el poder adquisitivo de los haberes, deducido el efecto de la variación esperada del IPC, sería $1.515 inferior a lo que correspondería si el Gobierno no hubiera derogado la Ley 27.426, sancionada a fines de 2017.
Por otro lado, con un aumento del PBI de 5 por ciento, la inflación y salarios en 50 por ciento, y el empleo con una variacion de 2,5 por ciento, un jubilado que percibe la mínima cobrará hacia diciembre unos $458 más (a valores reales) que hoy, pero todavía $998 menos de lo que le hubiera tocado con la Ley 27.426.