Muchos dicen que la los jóvenes no leen, sin embargo hay una gran cantidad autores y escritores que refuerzan otra teoría. La de proponer diversas alternativas a lo clásico y motivar a través del ejemplo familiar con el hábito de la lectura en el hogar.
Tal es el caso de la escritora entrerriana Georgia Reichel, que apuesta a escribir con un lenguaje cercano para que el público joven se identifique en sus temas y preferencias, pero sobre destaca la posibilidad de la “imaginación que con la lectura nunca duerme”
Desde su casa, en la vecina localidad de Gualeguaychú, abrió su ventana a para charlar sobre su trayectoria y proyecciones con nuestra redacción.
¿Hace cuánto escribís?
Como escribir, escribo desde aquella hermosa época de la escuela secundaria. Allí abundaban momentos llenos de poesía, canciones, más relacionado con lo sentimental.
Recuerdo haber participado en instancias de Letras en Gualeguaychú joven, también en una revista del colegio. Pero en esas épocas nunca se me cruzó por la cabeza escribir obras más extensas ni menos publicar.
Fue mucho después de terminar el profesorado de Lengua y Literatura y de ampliar mis estudios en Rosario cuando sentí la necesidad de plasmar lo que la mente guardaba. Fue una manera de comunicar, de dar vida a los buenos recuerdos de mi niñez.
Allá por mediados del año 2015, disfrutaba de una película en la cual se valoraba la importancia de la imaginación. La película se llama “El verano de sus vidas”. Me pareció genial, hizo un click en mi cabeza e inmediatamente tomé un cuaderno de esos de tapa dura de mi biblioteca y empecé a escribir. Sin querer salieron los tres primeros capítulos de María, yo y su otro yo.
A principios del 2016, me llegaba la noticia de publicación. Ya para esa fecha estaba cocinando una novela que me iba a traer muchas alegrías “Mi vida sin celular”. Nunca pensé tener la repercusión que tuve sobre todo en los adolescentes.
Confieso que una de las maravillas que me permitió vivir la escritura es la posibilidad de acercarme a las aulas y de ser entrevistada por esos jóvenes entusiastas, felices de conocer a un autor. Pienso en lo que me hubiese gustado vivir a mí como lectora a esa edad, eso me motiva a recorrer las aulas de la provincia. Por ahora es solo por mis “pagos” pero no me cierro a la oportunidad de llegar más lejos.
¿En qué te inspirás?
En cuanto a la inspiración, más allá de que todo es producto de la imaginación, creo que mis abuelos paternos fueron un engranaje indispensable. La infancia vivida desborda en las líneas de mi primer libro. No son solo recuerdos, son valores, emocione un montón de cosas que construyen la personalidad del escritor y trasciende en sus líneas.
¿Cuál fue tu último libro?
Mi último libro fue: “De generales y aventureros” que salió a principio de este año. Es una colección de cuentos que busca redescubrir episodios de nuestra historia a través de la ficción, con el condimento del romance y el suspenso. Sin ir más lejos, el primer cuento llamado “Las magnolias del general” relata una situación ficticia un día antes del casamiento de Ana, la hija de Urquiza en los espléndidos pasillos del palacio.
Y tuviste la alegría de un premio…
Si! hace unos meses recibí esa buena noticia. Gané mi primer premio literario con una pequeña obra llamada “Inquieta”.
El premio fue otorgado por el Centro Ana Frank Buenos Aires y será publicada por la editorial Eudeba. La verdad es una satisfacción personal este reconocimiento porque fue una obra interesante de lograr. En ella quería reflejar los sentimientos de un adolescente que podría llegar a estar en cualquier hogar u escuela, guardando silencio por miedo a ser discriminado, tratado diferente, no ser aceptado por quien eligió ser. Cosas que pasan en este siglo y generan mucho dolor.
¿En estos época de pandemia te reinventaste con alguna actividad virtual?
Esta época amplió mi catálogo de obras y me está abriendo nuevos horizontes. Tengo otras obras concursando. Con respecto a las entrevistas con los chicos, realicé un par por plataformas virtuales invitada por sus profesoras. Más allá de las circunstancias, sigue siendo gratificante el contacto con los lectores.
¿Cuáles son las gratificaciones y los mayores desafíos que se presentan hoy para los escritores?
Si hablamos de gratificaciones para mi es el contacto con los jóvenes lectores y el lector en general lo que me den ganas de seguir escribiendo.
Siento además que mi escritura tiene mucho que ver con mi profesión docente, no solo encuentro en la escritura un placer personal sino una herramienta atractiva para formar lectores.
Uno de los desafíos cruciales para mí es sacar ese paradigma que dice que los jóvenes no leen. Creo, como docente, que si queremos formar lectores debemos mostrar un buen lector. Y esto no es solo desde nuestro papel de educador sino como padres, tíos, abuelo. Es decir, el ejemplo es esencial para combatir un montón de batallas. Citando la película que nombre al principio “La imaginación es la fuerza más peligrosa que ha estado disponible para la humanidad” Está en los escritores la magia de llenar esas páginas en blanco y transportar a través de las vivencias de increíbles personajes al lector.
Nada es fácil, la situación está difícil para todos, pero uno nunca tiene que dejar de escribir. Tal vez, el día menos pensado, una puerta se abra y miles de lectores disfruten esas páginas.
Fuente: Dale Concepción