Algunos profesionales de la salud manifiestan preocupación en cuanto a cómo se va a implementar la ley que despenaliza el aborto, cuando obtenga la media sanción en la Cámara de Senadores y sea aprobada, ya que la objeción de conciencia con la decisión personal de cada profesional no está previsto en el proyecto.
Desde la Clínica Parque, en la ciudad de Crespo, ya se conoció la postura de la institución a través de la palabra de su director que dijo: «no hacemos abortos y seguramente vamos a seguir igual”. De igual manera, se sumó a esta decisión el Sanatorio Adventista del Plata, de Villa Libertador, que en forma pública pidió al Estado “garantice el respecto al ideario y a la objeción de conciencia de nuestras instituciones”.
En el programa de radio «Otra Sudestada», el abogado uruguayense Gustavo Soppelsa manifestó que «la ley tiene un carácter de sanción penal hacia los médicos» que se imponen a realizar abortos porque la posibilidad de “objeción de conciencia institucional” es algo que no está previsto en el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados.
Esta semana, comenzaron las exposiciones de diferentes especialistas ante el plenario de comisiones en el Senado de la Nación. De esta manera, la segunda jornada de debate se convirtió en una pulseada entre juristas en torno de si el embrión tiene o no los mismos derechos que la mujer embarazada, el reclamo de los médicos por establecer una lista de profesionales médicos objetores de conciencia y si la iniciativa se ajusta a la letra constitucional y a los tratados y convenciones firmados por el país. El próximo 8 de agosto se votará la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en la Cámara Alta.
